La vida es sencilla, la complicamos nosotros. Lo comentaba esta mañana una gran amiga que ha venido a visitarnos a Galicia desde tierras catalanas . Yo estoy, por supuesto, de acuerdo con ella.
Te das cuenta cuando bebes la vida a sorbos muy pequeños, es decir cuando saboreas tu cotidianeidad , tu día a día.
El momento, el instante se presenta brillante y uno o una se muestra agradecido por poder vivir.
¿Cuánto ha de durar ese momento de sencillez perceptiva?. No sabemos, tal vez hasta que aparezca otro nubarrón que nos nuble la vista.
Hay que estar contentos con lo que tenemos , con lo que somos y con lo que hacemos. Solamente así seremos felices; pero ya que la sabiduría en mi caso es efímera o al menos muy movida, recordemos que hemos de seguir en la balanza intentando siempre alcanzar la medida, el equilibrio.
¡Bailemos pues al son de la vida! Y disfrutemos mucho con la alegría que nos da el otro, el amigo. El amor es vivir en plenitud con la naturaleza y sobre todo con nosotros mismos que formamos parte de ella.
Nunca esperemos porque nos perderemos en esa espiral y los problemas nos vendrán de golpe y porrazo.
Un saludo a los que me lean y que os vaya “bonito”
YO PUEDO
Paseo á beira do río Xuvia. Pintura de Manolo Carballeira
