YO PUEDO

YO PUEDO
Paseo á beira do río Xuvia. Pintura de Manolo Carballeira

miércoles, 26 de noviembre de 2008

T´ang...suena la música...



EL PARQUE DE LOS CIERVOS

En la montaña vacía no se ve un hombre,

solo se oye el eco de voces humanas.

Vuelven las sombras, entran profundo en el bosque

Otra vez brilla el sol, sobre los líquenes verdes.



POEMA

Ultimamente comprendí el significado de la tranquilidad,

día tras día me mantuve apartado de la multitud.

Limpié mi cabaña y la preparé para la visita de un monje,

que llegó a visitarme desde las montañas lejanas.

Vino bajando desde los picos ocultos por las nubes,

para verme en mi casa de techo de paja.

Sentados en el pasto compartimos la resina del pino,

quemando incienso leímos los sutras del Tao.

Al terminar el día encendimos nuestra lámpara,

las campanas del templo anuncian el

comienzo de la noche.

Repentinamente advertí que la

tranquilidad es realmente Felicidad,

y sentí que mi vida tiene abundante ocio.







EL TORRENTE DEL CANTO DE PÁJAROS

El hombre reposa, las flores de acacia caen.

La noche es tranquila, la montaña de primavera vacía.

La luna sale, sorprende a los pájaros de la montaña.

Entonces cantan , dentro del torrente de primavera.




EL BOSQUE DE BAMBÚ

Sentado solo, en el bosque de bambú,

toco el laud, silbo largo tiempo.

Al bosque profundo la gente no lo conoce,

la luna brillante viene y acerca su claridad



(Todos los poemas son de WANG WEI (699-759 D.De C.).Fue poeta, pintor, calígrafo y músico altamente distinguido.Uno de los artistas más destacados de la época T´ang. Su Tung-po decía de él, que era capaz de evocar todo un paisaje en una sola línea de cinco caracteres.

lunes, 24 de noviembre de 2008

"Leer, leer miradas, paisajes, silencios, el paso de los cometas y de las horas"




EN VOZ ALTA [Extractos]


" No me pidaís sabiduría.

Puedo hablaros de los caminos, de las gentes, de las horas que me tocó vivir.

Mi Universidad fue compartir, andar mucho y mis soledades.

He escrito algo, he leído un poco y he escuchado mucho.

Puedo hablar de efectos de luz, de impresiones, de lo que acepta o rechaza mi intimidad.

...


Leer no es fácil.

Cuando se hace ha de hacerse a tumba abierta, para que se abran los espacios, los tiempos y los sentidos.

Hay que leer aun a riesgo de destruir o ser destruido.

Nadie que sepa leer, puede afirmar que saldrá ileso cuando su intimidad sea invadida por la intimidad de otro.

Esas consecuencias son la literatura.


Leer en libertad es humanizar, abrir caminos al alma.

Y el alma es lo que pesa, lo de mas son economías.

La literatura, la poesía, la palabra, es todo lo que tenemos para sobrevivir.

La literatura, la poesía, la palabra, está en el origen y nos acompañará hasta el fin.

Si algún día ocurre un cataclismo y todo se borra de la tierra, con que solo queden dos hombres, y un atardecer se encuentren en el camino, uno le contará al otro cómo logró cruzar las montañas y en ese punto, antes que la sociedad, empezará la literatura."

(JUAN FARIAS)





viernes, 21 de noviembre de 2008

Hay un olvido de toda existencia,...



DONDE HABITE EL OLVIDO


Donde habite el olvido,

En los vastos jardines sin aurora;

Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas

Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje

Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,

Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,

No esconda como acero

En mi pecho su ala,

Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,

Sometiendo a otra vida su vida,

Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,

Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;

Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,

Disuelto en niebla, ausencia,

Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;


Donde habite el olvido.


LUIS CERNUDA
"Hay un olvido de toda existencia, un callar de nuestro ser, que es como si lo hubiéramos encontrado todo.
Hay un callar, un olvido de toda existencia en que es como si hubiéramos perdido todo, una noche de nuestra alma en que no nos alumbra el centelleo de ningún astro, ni siquiera un tizón de leña seca.
Me fui tranquilizando..."
(Hölderlin)
EN FIN, QUE NO ES PARA TANTO.... VIERNES, VIERNETES...FELIZ FIN DE SEMANA A TODOS.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Pavarotti and liza Minnelli-New York, New York

Un poco de música y espectáculo no viene mal o si?

Este video tiene un significado especial para mí.

Era otro tiempo, si es que creemos en el "tiempo".

Viene a mi memoria el texto que leí el otro día que pertenecía al libro "Cantos de amor y de ausencia", el cuál recoge en sesenta y cuatro poemas una muestra de la obra de quince poetas chinos que vivieron entre los siglos IX al XII.

Este fragmento es un ejemplo de uno de estos poetas de la China Medieval y dice asi:

"Convéncete, bebamos esta noche

hasta estar muy borrachos,

no hablemos del mañana, apuremos las copas.

El vino es hondo, la amistad intensa.

Sólo nos debe preocupar

que esta noche de primavera sea breve.

llena de nuevo tu hermosa copa,

y alégrate de que aún quede vino.

¿Cuánto nos dura la vida?

miércoles, 19 de noviembre de 2008



EN LA PLAZA

Hermoso es, hermosamente humilde y confiante, vivificador y profundo,

sentirse bajo el sol, entre los demás, impelido,

llevado, conducido, mezclado, rumorosamente arrastrado.
No es bueno

quedarse en la orilla

como el malecón o como el molusco que quiere calcáreamente imitar a la roca.

Sino que es puro y sereno arrasarse en la dicha

de fluir y perderse,

encontrándose en el movimiento con que el gran corazón de los hombres palpita extendido.

Como ese que vive ahí, ignoro en qué piso,

y le he visto bajar por unas escaleras

y adentarse valientemente entre la multitud y perderse.

La gran masa pasaba. Pero era reconocible el diminuto corazón afluido.

Allí, ¿quién lo reconocería? Allí con esperanza, con resolución o con fe, con temeroso

denuedo,

con silenciosa humildad, allí él también

transcurría.


Era una gran plaza abierta, y había olor de existencia.

Un olor a gran sol descubierto, a viento rizándolo,

un gran viento que sobre las cabezas pasaba su mano,

su gran mano que rozaba las frentes unidas y las reconfortaba.


Y era el serpear que se movía

como un único ser, no sé si desvalido, no sé si poderoso,

pero existente y perceptible, pero cubridor de la tierra.


Allí cada uno puede mirarse y puede alegrarse y puede reconocerse.

Cuando, en la tarde caldeada, solo en tu gabinete,

con los ojos extraños y la interrogación en la boca,

quieras algo preguntar a tu imagen,

no te busques en el espejo,

en un extinto diálogo en que no te oyes.

Baja, baja despacio y búscate entre los otros.

Allí están todos, y tú entre ellos.

Oh, desnúdate, y fúndete, y reconócete.

Entra despacio, como el bañista que, temeroso, con mucho amor y recelo al agua,

introduce primero sus pies en la espuma,

y siente el agua subirle, y ya se atreve, y casi ya se decide.

Y ahora con el agua en la cintura todavía no se confía.

Pero él extiende sus brazos, abre al fin sus dos brazos y se entrega completo.

Y allí fuerte se reconoce, y crece y se lanza,

y avanza y levanta espumas, y salta y confía,

y hiende y late en las aguas vivas, y canta, y es joven.


Así, entra con los pies desnudos. Entra en el hervor, en la plaza.

Entra en el torrente que te reclama y allí sé tú mismo.

¡Oh pequeño corazón dimunuto, corazón que quiere latir

para ser él también el unánime corazón que le alcanza!


Vicente Aleixandre. De Historia del corazón. Editorial Espasa-Calpe.

El agua se conoce por la sed.
La tierra-por los Océanos navegados.
El arrebato-por la angustia-
La paz-por las batallas contadas-
El amor por la Lápida conmemorativa-
Los pájaros, por la Nieve
(Emily Dickinson)
"...Pero esto es lo que ganamos con la experiencia, que no podemos imaginar algo excelente sin pensar al mismo tiempo en su contrario" (Hölderlin)




VOLAR


Volar. Y ver la tierra desde lejos, con sus mares redondos, los


vapores que velan los valles y las junglas. Verla casi vacía,

cada casa una luz, casi una estrella, o un brillo de cigarro que

calienta con su brasa naranja distancias minerales, o uno de

esos insectos que pasean su caprichosa lámpara verdosa bajo

los escondrijos de la hierba nocturna.


Volar. Y ver que poco significa una ciudad varada en una costa;


Apenas una mancha más oscura, un resto ennegrecido de


cubierta de barco.(...)


(Ana Isabel Conejo)